La hiperpigmentación (oscurecimiento de la piel) generalizada o localizada es uno de los cambios que se observan con mayor frecuencia, en aproximadamente el 90% de las embarazadas, sobre todo en las mujeres de piel más oscura.
Hiperpigmentación localizada: Es muy frecuente en la panza, la pigmentación de una línea recta entre el pubis y el ombligo, que fuera del embarazo es blanca y que ya desde los primeros meses de la gestación se torna de un color marrón negruzco.
Otras zonas que se pigmentan son los pezones, las axilas y el dorso del cuello. Otra hiperpigmentación muy frecuente en las embarazadas es la aparición del melasma, cloasma o mascara del embarazo. Estas manchas se manifiestan como manchas parduzcas y desparejas en la frente, sienes y zona central de la cara; también se observa en las mujeres que toman anticonceptivos orales.
Estos cambios estarían relacionados con las modificaciones hormonales y todos empeoran con la exposición solar. Todos estos cambios mejoran y tienden a desaparecer con el parto o cerca del mismo. En un 30% de las pacientes se extiende por más tiempo.
Debido a que durante la gestación no es aconsejable la utilización de cremas blanqueadoras y tratamientos despigmentantes, es muy importante extremar las medidas de fotoprotección tanto con relación a la exposición a la luz solar como a las distintas fuentes artificiales como lámparas o camas solares.Teniendo en cuenta lo referido las mujeres embarazadas deben: